Para resolver conflictos debemos determinar el problema que existe inicialmente. Para ello hay que atender a las causas que lo han originado, analizando la situación, para poder establecer vías para una resolución adecuada. Una vez analizado el proceso resolutivo e interpretado adecuadamente el momento conflictivo en el que nos hayamos, actuando consideradamente con mis intereses y los de la otra parte, analizamos los resultados obtenidos. Esto queda claro en la siguiente presentación:
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